dilluns, de juliol 23, 2007

146 Las fotos del caballo.. argazkiak: Jose Ignacio Albeniz








































...reproduzco el texto que escribí en su dia.









Bueno, a petición de JB y como ayer le expliqué la historia a mi amiga María pues ahí va. Os aviso de que esta no es una de ellas con final feliz.

Había quedado con mi amiga Leire para comer. Miré en Zarautz, Getaria, Orrua y pasé a saludar a Sebas en Zumaia que estaba trabajando en un jardín.

Como era tarde ya, hacía las 12:30 decidí echarme en Orio estuviera como estuviera. Era un dia muy soleado, llegué al aparcamiento y me cambié.

Cuando me acercaba a la orilla un chaval me gritó: ¡un caballo, un caballo en el agua!-haciendo aspavientos y dirijiéndose hacia el espigón. Yo fui corriendo hacia la orilla y de pronto se rompió la tira de cierre de mis escarpines nuevos. La metí dentro de la pernera del neopreno y seguí corriendo.

Efectivamente, al llegar a la playa había un caballo en el agua. Justo en el churro de la corriente interna del espigón, llevaba riendas y la silla de montar, sin resto del jinete y con el agua al cuello.

Todo el pueblo, o gran parte de él, en el espigón, entre ellos algún fotógrafo. Un chaval bajando con un tablón por las rocas para intentar sacarlo.

Yo me acerqué a la orilla y con el churro en un minuto estaba junto al caballo y el otro chaval. Un tercero, un tio que iba a pelo, bastante grande y gordo también se tiró. Al llegar solté el invento de mi tabla (la chilli de flexlite de la que hable´en posts anteriores) por si se liaba con el caballo. La fuerte corriente se la empezó a llevar hacia dentro, pensé que alguien la recogería.

El caballo estaba muy nervioso, se ve que antes de llegar lo intentaron subir por las rocas y se golpeó la cabeza. Tenía un par de heridas alrededor de los ojos. El chico que iba a pelo casi lo tenía fuera del agua cuando de pronto lo soltó inexplicablemente. La corriente hizo su trabajo y nos metió a todos de nuevo hacia dentro. Nos quedamos solos el chico del tablón, el caballo y yo. Yo cogí las riendas y comencé a nadar hacia fuera de nuevo inutilmente, era imposible salir por la playa. Las series seguían cayéndonos encima, el agua, helada, el día más frío que recuerdo este invierno.

Las riendas se soltaron y fueron a parar al fondo. Con el tablón intentábamos mantener la cabeza del animal fuera del agua, acariciándolo para intentar calmarlo. Llegó rapidamente una zodiac grande de la cruz roja, casi vuelcan con las series, la proa mirando al cielo.

Uno de los socorristas, se lanzó al agua con su neopreno puesto, sino, en 10 minutos como mucho la hipotermia te tira para abajo, es cuestión de física, no de aguante. Me pasó un cabo y yo lo amarré pasándolo debajo de las cinchas de la silla del animal.

Visto lo visto, la única salida era el canal del puerto. Nos empezaron a remolcar muy despacio. A cada serie, cogíamos aire y empujábamos con todas nuestras fuerzas al caballo contra las olas para salvarlo de las rokas, estábamos muy cerca. Aguantamos varias series, en una de ellas me vi bajo el agua entre las patas del caballo rezando para que no me diera una coz, estaba vendido.

Llegamos al canal y la estampa era surrealista. Una zodiac con un cabo de quince metros, al final de este un caballo blanco con tres tios agarrados a él manteniéndole la cabeza fuera. Al llegar a la rampa, el animal había muerto. Fuera, su dueño, llorándo. Un chico jóven, de unos treintaypocos. O se cayó o le tiró, pero el caballo salió corriendo hacia la trampa de la corriente del espigón. Tenía la tripa llena del agua, y con el frío…estuvimos alrededor de una hora para sacarlo. Al menos no murió solo.

Una chica, guardia municipal nos pidió los nombres para nosequé homenaje del pueblo de Orio hacia nosotros. No he tenido noticias de ellos. Da igual.

Después, salimos con la zodiac para intentar recuperar la tabla. Fue inútil. Después volví por la nacional, despacito en la furgo, intentando asimilar lo que había pasado en la última hora.

11 comentaris:

Perry ha dit...

Me ha partido el alma ver al caballo así tirado...
Ya te dije que un 10 en su día, sigo diciendo lo mismo.

Anònim ha dit...

Que arraultzak que tuvisteis!!!
Las fotos una pasada
colibri

Anònim ha dit...

Son impresionantes las fotos, imagino que habra sido duro verlas despues de tanto tiempo... Eres un valiente, lastima que no tuviera un final feliz, que es lo que te merecías...
itzi

Anònim ha dit...

Las fotos me parecen muy fuertes,las he tenido ke pasar rapido,no puedo ver estas cosas.La pena de too es ke despues de tanto kurrelo intentando sacar al caballo,esto tuviera un final tan malo!!!.
Lo tuyo Javi ke decir no tiene nombre,en lo ke busco uno te digo eres un JABATO!!!!.navarro tenias ke ser.

Un saludo

Barraka

Anònim ha dit...

Que triste. Y que coraje vosotros intentar a salvar esta pobre animal. Hiciste algo muy valiente, que merece mucho merito.

Y gracias por colgar la explicacion, por muy triste que sea.

Un abrazo

Jono (JB)

Anònim ha dit...

Cabalgando las olas en el mar,
con un cuadrúpedo me topé,
levanta la cabeza, no mires atrás,
asi es la realidad, no lo soñé,
el caballito no sabe surfear.

MUCIUS (Caballito de mar)

Anònim ha dit...

Tienes un corazón más grande que el de ese caballo, Kukurusta. Si es que parte de él no galopa dentro de tí.

Un diez

Kukurusta ha dit...

Gracias a todos, mila esker denari

Kuku

iago ha dit...

bueno, pues lo leo hoy, pero me he quedado acojonado... sois unos valientes, si señor.

vaya historia.

Anònim ha dit...

Es una historia triste pero bonita. Animos

Anònim ha dit...

vaya tela con lo del caballo... pobrete...

ahora las fotos son impresionantes,seguro que el momento nunca lo olvidaras... vaya tela


stheruki