divendres, de maig 27, 2011

897 Tom's shark. Tomaren tiburoia. El tiburón de Tom.




Odeiaren bidaia 147. El viaje de Odei 147.

Tras una visita al taller de Precision Equip, el pequeño Ford se quedó sin batería. Mea culpa, me dejé las luces encendidas. Mientras el cargador que Tom me prestó hacía su trabajo charlabamos sentados en la vieja mesita de madera bajo la sombra del árbol frente a la tienda.

Se me ocurrió preguntarle si había visto alguna vez un tiburón (Tom es un gran narrador de historias). Se le iluminó la cara y con una mueca de pirata en su boca me dijo:

-Tengo la historia de tiburonesmás flipante que hayas escuchado nunca.

Me froté las manos y me volví a sentar en la mesa. Iba a ser buena. Prometía.

…un buen día salí a navegar con mi tabla de Windsurf en la pequeña bahía de Gracetown. Al salir había algo de viento y enfilé por la parte de Southpoint. No había nadie más en el agua y cuando decidí regresar hacia la costa el viento cesó. Era un poco tarde y pensé que me llevaría un buen rato regresar; supuse que practicamente al anochecer. Empecé a jugar con la vela para aproximarme a tierra.

Vi algo blanquecino en el fondo y pensé:

-Oh, no sabía que había arena a esta altura.

Pero de pronto se movió y me di cuenta de que era un tiburón. Pensé que tendría poco más de metro y medio a primera vista, por lo que sin preocuparme demasiado seguí a lo mío. De pronto, a unos metros de mi salió uno de sus costados y pensé que era algo más grande de lo que me había parecido; de entorno a los 2 metros. No había ni una gota de viento. Lo seguí con la mirada. Dio una vuelta y se colocó detrás de mí, siguiéndome. Yo avanzaba muy despacio.

Un pez brilló en el fondo y esa cosa se sumergió a la velocidad del rayo.

La adrenalina ya corría por mis venas. La costa demasiado lejos. Regresó. Y se colocó justo bajo mi tabla. Entonces me di cuenta de que era monstruosamente grande. Asomaba unos 50 centímetros a cada lacdo de la tabla, un 8’6; asomaba aún más por el nose y el tail. Me daba la sensación de levitar encima del agua. No avanzaba.

Me imaginaba los titulares en la prensa:

-Shaper local atacado por gran tiburón blanco.

Adiviné en el agua, a unos metros, una ráfaga de viento que iba a golpear en mi vela a los pocos segundos. Mi salvación.

-Voy a hinchar la vela, coger velocidad y salir de aquí de una vez por todas. Pensé.

Como supuse, el viento golpeó la vela, me recliné para hacer contrapeso…y tan pronto como llegó paró de golpe.

El tiburón había avanzado unos metros. Me ví con medio cuerpo sumergido en el agua. El tiburón comenzó a girar rapidamente. Entonces vi su gran ojo negro. Nos miramos.

-Si, nos conocemos. Yo se quién eres tú y yo se quién eres tú.

Pensé que lucharía, que haría todo lo posible para sobrevivir. De una forma que es físicamente imposible, no se cómo, conseguí aferrarme a la vela y volver a subirme a la tabla. Se volvió a colocar debajo de mí. Encallé en las rocas. Paso a paso caminé hasta el nose y entonces pisé tierra. Arrastré el equipo unos metros más allá, obcecado.

Intenté ver donde estaba. –Mejor me siento un poco-pensé.

Me sobrevinieron convulsiones, mi cuerpo empezó a temblar violentamente y de mi garganta brotó un gemido muy intenso.

Me repuse. Estaba en North Point y tenía que caminar hasta el otro lado de la bahía. Pensé que no se lo contaría a nadie, pero cuando llegué a la licorería y me crucé con el tendero le grité todo lo que me había pasado como si estuviera loco. Las personas que allí estaban me tranquilizaron.

Dos días más tarde un pescador entró en mi tienda para hablar de una reparación.

-Que tipo de pescador eres?-le pregunté.
-Soy un pescador de tiburones.

Le conté mi historia y me dijo que si era tan grande picaría en sus anzuelos, lo cazarían.

A los pocos días así fue. El White Pointer, el gran tiburón blanco medía 4’5 metros y pesaba una tonelada. Estuvo alrededor de Tom durante 30 minutos.

-Lo sentí por él-me dijo Tom.
-Eres el mejor narrador de historias de la historiaTom.
-Ven, te voy a enseñar un dibujo que hice el día que me pasó, del tiburón en relación a mi tabla (un 8'6). Y un viejo recorte de periódico con la foto de la captura.


4 comentaris:

Marià ha dit...

Òstia!

Paulina ha dit...

Hola

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Pau

EMILIANO ha dit...

notable historia.

saludos.

Kukurusta ha dit...

Gracias por leer Emiliano y bienvenido. Saludos.