dimecres, d’octubre 08, 2014

1.284 Sorgin-etxe. Ostirala. La casa de la bruja. El viernes. The witch's house. Friday.










Gau on kukuoyentes de esta emisora imaginaria.

El viernes pasado todo cuadró. Terminé pronto de trabajar y limpié la vieja cera el gun de ocho pies Kream que hace años me hizo el grande Mikel Agote. Comí un poco calculando la cantidad para una sesión y no sentirme pesado.

Metí dos tablas más en el coche por si acaso; el sol brillaba y salí a la carretera en dirección a Sorgin-etxe. Tras unos preciosos y viejos temas en Rock-fm como Enter Sandman que aceleraron mi corazón y teletransportaron a la adolescencia, decidí cambiar de cadena para calmarme y apareció la voz del inigualable Roge Blasco entrevistando a una mujer hablando de las rutas que organiza por los bonitos lagos del pirineo catalán y cómo se baña y entrena natación en ellos.

Al llegar al mirador me quedé un par de minutos más escuchando a Javi Amezaga dando el parte de olas, y avisando de que había entrado bastante más Mar de que lo que marcaba la previsión. Esto me hizo bajar del coche a mirar la Mar con un extra de recelo. Gracias Javi.

Observaba las series con paciencia cuando apareció Andoni de Orio que venía de ponerse morado en Meñakoz. Andoni es un tamañero al que respeto mucho y su opinión me ayudó a acordar una realidad de la situación de La Mar que tenía delante en Sorgin-etxe (la casa de la bruja) y que ya había bajado algo.

Estiré bien el invento atándolo a la nueva barandilla, puse parafina y entonces llegó mi amigo Julio. Recientemente mudado a nuestra costa, este experimentado surfista catalán (lleva surfeando unos cuantos años más que yo) y tiene curiosidad por ver cómo funciona por aquí los días que hay maretón. Así que vino a ver si me metía y a tirar unas fotos.

La marejada en el momento en que llegué era perfecta para mis límites "seguros"de alrededor de tres metros. Más no. Ya he visto pasar esas series desde el agua alguna vez y eso es para la gente que lleva muchos años preparándose y con habilidades muy superiores a las mías como Andoni o Iker por ejemplo.

Lo que me gustaría es seguir trabajando en este tamaño de entre dos y tres metros para conseguir ese temple de poder hacer un buen bottom-turn y encarar la pared para meter un giro bien hecho.

Me gusta el ritual de salir a ver las series. En total surfeé tres olas y las fotos que veis son un bonito regalo de Julio en la mayor de ellas.

Estaba con el 3/2 y el caso, sin escarpines y hacía calor. Vino un muro y me giré remando fuerte. Fue una buena idea enfilar en diagonal hacia la pared porque creo que si no no lo habría conseguido. En el momento que remaba Patxi, uno de los dos chicos que estaba en el agua gritó: –¡Duroo! y eso me dio un extra de confianza. Creía que clavaba la punta pero libré –es impresionante lo bien shapeada que está esta tabla y el efecto "vacío" que hace en estas bajadas más verticales– y conseguí mi objetivo de una buena ola. Como me dijo Ramón, la bruja me regaló una ola.

Me quedé muy contento por haber podido cuadrar trabajo, forma física y motivación para hacer frente a este primer maretón del otoño.

Lo mejor, el abrazo que me dio mi amigo Julio al salir con una sonrisa; observó toda la sesión desde arriba, en la curva. Y atento, me regaló estos instantes capturados. No me cabe duda de que algún día, cuando a él le apetezca estaremos juntos ahí fuera viendo aquellas grandes series llegar, y con suerte surfeando algunas de ellas.

Un recuerdo para Mikeldi, mi compañero habitual en estas aventuras, que está lesionado ahora. Volverá pronto porque es un toro de Markina.

Ondo ibili kukureaders!