diumenge, de gener 11, 2015

1.292 Playa Gris - Aitzpurupe - Planeixa. Friday

Ibon, entre las espinas mostrando su maestría
Axi envuelto en un infierno blanco. Su tabla asoma desde la caverna

Axi Muniain escapando de la zona de impacto

Andoni Fdez Ostolaza, encarando con determinación el interminable vacío

Andoni y su gran ola

Bajar, bajar y bajar

Andoni sigue bajando todavía hoy domingo


Iosu Iribar y su recompensa

Oier Illarramendi en una gran derecha


Gau on kukuoyentes de esta emisora imaginaria.

Dejad que os relate lo que viví el viernes al mediodía. Esa mañana sabía que el swell se escapaba a mis posibilidades por mucho. De todas formas metí el nopreno y escarpines en mi bolsa de ikea y al maletero. También las botas de monte por si me perdía por caminos embarrados. Vi mis aletas en un rincón, las que uso a veces para bucear y probar apneas con mi hermano y con un fugaz pensamiento respecto a las imprudencias que he visto ultimamente decidí que en una emergencia podrían ser útiles. Al maletero también.

Como no la cámara y una libreta no podían faltar. Con tanta cacharrería solo me faltaba meter también  el gorro de natación. ¡De hecho lo llevaba! Por si iba a entrenar a la piscina después.

Tomé nuestra carretera de la costa, esa que no se ha perdido ni una sola ola de todos los swells y llegué a Playa Gris.

Aparqué y cambié la camisa (venía de una cita con un cliente que no apareció) por una sudadera y mis botines por las Bestard de monte. Ante una reducida audiencia grandes olas rompían ya en ese escenario que se compuso esa soleada mañana.

Aplausos de ánimo que emocionaban para los valientes que salían a cabalgar dragones desde la playa.

Elegí un punto de vista. Yo aún desconocía quienes estaban en el agua. Pero claro, obviamente para surfear Playa Gris a remada tradicional no había muchos candidatos. Pude contar cinco. El maestro y gran pionero Ibon Amatriain, el gran Axi Muniain, Andoni de Orio una vez más con su experiencia y determinación inquebrantable y además otros dos valientes, Iosu Iribar y Oier Illarramendi.

Viví una de las sesiones más apasionantes que he podido presenciar. Lo que observaba a través de la mirilla de mi vieja cámara serie tras serie hacia que mi adrenalina bombeara. ¡Imaginaos ellos en el agua! Me salían expiraciones de admiración y alivio al ver que todo iba bien y que claramente se cuidaban unos a otros.

Vi una bajada de Axi Muniain que me dejó impactado. Y de él mismo una iquierda con sifonazo incluido espectacular. Para las fotos tendréis que esperar porque quizás sean publicadas en algún medio impreso. Pero las veréis. Paciencia.

Y por favor, hago aquí un inciso para recordaros que la gente que nos dedicamos a hacer fotos o a escribir o a diseñar necesitamos que sigáis comprando revistas para poder seguir adelante con ello. ¿Verdad que no hay nada mejor que una buena historia? Gracias.

Mientras tanto continuó la sesión. Belleza y Violencia y después la inquietante Espera. Y otra vez. Ciclo.

En una barrida Axi perdió su tabla. Me olvidé de las fotos y bajé rápido. Me preocupé pero le vi nadando como si nada. Creo que fue Andoni quien remó rapidamente hacia él para asistirle y las series fueron benévolas y esperaron. Les dieron una preciosa tregua.

Ritxi Goya el fotógrafo y yo coincidimos al buscar la tabla y la recuperamos entre los dos. Un saludo Ritxi.

Pero yo había dejado la cámara en el maletero y había pillado mi bolsa de ikea y las aletas por si acaso. Aunque con semejante animal como Axi y lo entrenado que está no me tenía demasiado inquieto, a pesar de que sigue siendo un hombre y a veces ¡hasta pilla catarros! ;)

Lo dicho, salió como Pedro por su casa y en un ti tá había cruzado la playa hasta donde habíamos recuperado su pesado y sólido pintxo (necesitan ese peso para poder bajar esas olas adecuadamente, sortear los baches y vencer el aire que asciende y empuja la tabla hacia atrás). Este no había sufrido graves desperfectos. Con un apaño con el invento que había roto una parte del velcro y redondear dos quillas que estaban abiertas con una navajita multiusos que tenía a mano ¡al agua de nuevo!

Entre tanto creo que me perdí alguna ola gorda de Ibon. Andoni perdió su tabla también y no corrió tanta suerte ya que creo que resultó bastante dañada. Lleva una buena temporada de arreglos. Pero creo que después del olón que se pilló en su mente habrá valido la pena. Zorionak Andoni.

Me dio pena perderme alguna ola de Ibon, la que muestro siendo algo menor es mayor de lo que vais a pillar en vuestra vida (me incluyo!) así que mucho respeto.

Me consta que en Amuitz otros jabatos como Iker Muñoz estuvieron disfrutando de una larga sesión. Gipuzkoa estuvo acogiendo a esos impresionantes seres, gigantes de agua, durante esa jornada.

Recordad que esta gente se entrena como lo que son, atletas; y llevan muchas sesiones en muchas rompientes grandes a sus espaldas. Esto no se da por casualidad. Y mucho menos sin trabajo.  Así que ¡siempre respeto a La Mar!

Lo mejor es que todos disfrutaron, nos hicieron disfrutar a todos los que sentimos el surf y lo vivimos con pasión y volvieron de una pieza a casa.

Una vez más gracias por leer. Ondo ibili kukureaders!